Habiendo indagado en los orígenes del concepto de los Edificios Inteligentes y su creciente importancia en el desarrollo de proyectos residecnailes y comerciales, merece la pena charlar sobre su futuro.

Porque hay una serie de desarrollos tecnológicos los cuales están para tener un profundo impacto: Estos son: (1) el Internet de las Cosas, (2) Big Data e (3) Inteligencia Artificial.

 

El Internet de las Cosas

Según Wikipedia, el Internet de las Cosas es “la red de objetos físicos—dispositivos, vehículos, edificios y otros artículos—incrustado con eletrónica, software, sensores y conectividad red que permite a dichos objetos recolectar e intercambiar datos.

En otras palabras, el Internet de las Cosas combina tecnología inalámbrica, sistemas micro-electromecánicos (comúnmente usados en automatización de edificios), microservicios y tecnologías de Internet. El Internet de las Cosas es importante porque fomenta la frontera de la automatización de instalaciones y es más: los disposivitvos pueden tomar acciones automáticamente al recibir datos o comandos de otros dispositivos. La necesidad de la intervención humana se reduce en conescuencia: según McKinsey, el número de objetos crecerá un 15-20% anualmente, unos 26-30 billones en 2020.

La interconexión de dispositivos es en gran parte ayudada por la ubicuidad del Internet, el cual ofrece infraestructura de la red basada en la IP y protocolos de comunicación a los que se pueden conectar los sensores del edificio. Es mas, países y operadores de telecomunicaciones han iniciado asociaciones publico-privadas para la mejora a redes 5G por el 2020. Mientras que las especificaciones de la red 5G siguen en desaarrollo, el objetivo es ofrecer capacidad infinita a velocidades mas rápidas que la banda ancha de fibra óptica mas rápida de la actualidad. Crucialmente, el soporte para el Internet de las Cosas es parte de los planes de desarrollo de la red 5G.

Para  las instalaciones y gestión de activos, el Internet de las Cosas puede parecer un concepto antiguo al que se le ha dado un un lavado de cara en términos de marketing. Después de todo, los sistemas de automatización de edificios han estado presentes desde hace tiempo. Pero hay razones por el que el Internet de las Cosas está establecido para jugar un papel mas central en su trabajo. Primero, el Internet de las Cosas se está transformando en una fuente creciente de ingresos para los fabricantes de chips. Al tiempo que expanden su capacidad productiva, los costes están disminuyendo y las inversiones en I+D están aumentando. A su vez, esto está impulsando la innovación y la adopción del Internet de las Cosas.

Segundo, la atención generada por el Internet de las Cosas ha llevado a una carrera de desarrollar nuevas aplicaciones del Internet de las Cosas y modelos de negocio. El campo de optimización energética es un área obvia a enfocar. También se espera una aplicación más remota, ya que un número cada vez mayor de sistemas (no relacionados anteriormente) pueden interoperar entre sí. Es mas, al mismo tiempo que se abre un mundo de innovación del Internet de las Cosas, también lo hacen los riesgos y soluciones para mitigarlos.

 

Big data

Un edificio comercial con 1000 sensores, cada uno generando 5 puntos de datos por hora, genera 44 millones de datos por año. Instalaciones especialmente diseñadas como aeropuertos, barcos, hospitales, etc. generan muchas veces esa cantidad. Esto ni siquiera toma en cuenta la proliferación de datos generados por la interacción de sistemas de construcción y los dispositivos entre sí, al mismo tiempo que el Internet de las Cosas se afianza más.

El murmullo alrededor del “Big Data” –un término que describe grandes conjuntos de datos estructurados y no estructurados– ha llevado al creciente número de metodologías y herramientas que facilitan la extracción de profundos conocimientos de estos conjuntos de datos.Fundamentalmente, el progreso realizado en el campo del análisis de datos no estructurados extiende el análisis a datos previamente no analizables, ya sea generado por máquina, como por ejemplo vídeos de vigilancia, o generado por una persona, como por ejemplo observaciones registradas durante las rondas de inspección y mantenimiento.

Para las instalaciones y gestores de activos esto tiene al menos tres implicaciones: Primero, transformar la mera cantidad de datos estructurados y no estructurados en accione significativas, necesitarán adoptar tecnologías Big Data, metodologías y competencias: desde ejecución de base de datos, hasta el manejo de herramientas analíticas, extracción de información y su visualización. Segundo, las crecientes presiones de cumplimiento están haciendo que el almacenamiento de datos, su organización y recuperación sea el centro de sus preocupaciones. Tercero, es probable que las capacidades mejoradas de reconocimiento de patrones conduzcan a un mayor énfasis en trabajos de mantenimiento preventivo, con el objetivo de minimizar los tiempos muertos de activos, maximizar su rendimiento, el retorno de la inversión, etc.

 

Inteligencia Artificial, o de camino a inteligentes “Edificios Inteligentes”

Hoy en día, los “Edificios Inteligentes” son capaces de ajustar varias configuraciones según instrucciones pre-programadas. Dichas instrucciones son creadas por humanos y escritas en piedra. Sin embargo el progreso hecho en el campo de la Inteligencia Artificial se está llevando al desarrollo de software de construcción capaz  de aprender y adaptarse, con un poco de preprogramación o intervención humana requerida.

Por ejemplo, imagina un edificio residencial buscando constantemente minimizar el consumo de energía, mientras se maximiza la comodidad de sus ocupantes. Esto requiere tener en cuenta la preferencias individuales de cada uno de sus ocupantes: ajustando las temperaturas e iluminación de cada habitación dinámicamente, dependiendo de las condiciones meteorológicas, el tiempo del día, de la semana, si esta ocupado, cuantos ocupantes están en la habitación, si las ventanas están abiertas, si están usando un aparato que da calor (por ejemplo un horno), si los árboles en frente de la ventana del sur han sido podados, si hay paneles solares o antenas parabólicas en el tejado, etc. Dato importante, no solo se debería hacer en respuesta a un cambio de condiciones, sino también como anticipación a eventos futuros –por ejemplo el tiempo de despertar esperado de sus ocupantes.

Crear un sistema capaz de manejar tantas variables y circuitos de retroalimentación es el tipo de cosas que están hechas para la inteligencia artificial. Para las instalaciones y gestión de activos, la integración de soluciones de Inteligencia Artificial se una forma de cumplir sus objetivos –ya sea por productividad de edificios, costes de mantenimiento o satisfacción del usuario.

Aunque sea tentador descartar estas afirmaciones como ciencia ficción, es importante reecordar que el ciclo de vida ípico de un edificio abarca decadas. Además, si la historia de los Edificios Inteligentes es una guía, el Internet de las Cosas, Big Data, y la inteligencia Artificial van a ser los primeros en transformar instalaciones de gran valor añadido como aeropuertos o hospitales, antes de llegar a los edificios comerciales y residenciales

En la siguiente entrada evaluaremos la ramificación de todo esto para el lado de mantenimiento de las cosas.

 

Fuentes

McKinsey & Company (2014). The Internet of Things: Sizing up the opportunity.

The Economist (2016). Wireless: the next generation.

Chung Yim Yiu (2008). Intelligent building maintenance — A novel discipline, Journal of Building Appraisal, 3, 305–317.

Abinger, T., Kastner, W., Luber G., Neugschwandtner, G., (2008). Enhancing Residential Automation Systems With Artificial Intelligence.